Si algo garantiza que una compañía tenga posibilidades de “aterrizar” con éxito en un nuevo territorio, son las condiciones del mismo. En este sentido, México tiene grandes cualidades en términos de inversión extranjera: una ubicación geográfica estratégica a nivel económico, con interesantes estímulos fiscales, fuertes cadenas de suministro y una fuerza de trabajo con
gran talento. Asimismo, cuenta con una red de treinta y dos acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones, con doce tratados de libre comercio, así como con una serie de acuerdos de integración económica internacional.
México tiene un mercado potencial de más de mil millones de consumidores, lo que representa el 60% del PIB mundial, y la inversión en nuestro territorio representa grandes ventajas en términos de exportación y pago de aranceles. Invertir en México es asegurar el alcance global de productos y servicios, así como la obtención de grandes rendimientos.